¡¡Buenos días!!
¿Qué tal la semana? Os contamos, toda la culpa del post de hoy la tienen estos moldes que se han venido con nosotras para casa.
¿Os gustan?
Están pensado para hacer bizcochos individuales, pero esta vez les quisimos dar un nuevo uso. Teníamos que hacer tarta, así que nos pusimos a experimentar...Y este ha sido el resultado.
En esta casa nos gusta mucho esta tarta. La llamamos tarta de yogurt, pero no tengo muy claro porque si realmente el queso es el ingrediente principal. No hay cumpleaños en el que no falte y además de estar buenísima es super fácil de hacer.
Apuntar, apuntar que hoy os contamos el secreto
Una de las cosas fantásticas que tiene la receta es que no necesitamos medidor para poner las cantidades correctas. El propio envase de la philadelphia nos servirá como medida estándar.
Necesitamos:
- Medio envase de leche
- 1/2 litro de nata líquida
- Un sobre de cuajada
- Un envase de azúcar
- Un envase de queso philadelphia (que no sea light)
Paso a paso:
- Ponemos en una cazuela todos y cada uno de los ingredientes.
- Lo calentamos a fuego lento. Mientras tanto vamos revolviendo hasta que se deshagan todos los ingredientes evitando así que se nos peguen.
- Si vemos que nos quedan grumitos lo batimos con la batidora. (Este paso no es siempre necesario)
- Mientras tanto tenemos que preparar el molde para nuestra tarta. Caramelizaremos azúcar y lo pondremos en la base del recipiente. De esta manera conseguiremos que la tarta nos quede con ese color marrón que veis en las fotos.
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Por último echamos la mezcla al recipiente y lo dejamos enfriar a temperatura ambiente. - Lo metemos en la nevera. En ella deberá permanecer al menos una noche.
A la hora de servirlo hay muchas opciones. Diferentes platos, arándonos, mermelada como acompañante... Nosotras hemos preparado estos tres montajes.
¿Con cual te quedas?
¡Qué aproveche!
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