¡Buenos días!
¿Qué tal va el mes? Hoy os presentamos una receta la mar de veraniega. Para los que esteis de vacaciones y para los que no os damos las claves de un postre rico, rico y además muy sencillo y para el que no se necesita mucho tiempo.
Calentamos el zumo de limón junto con el azúcar removiéndolo
hasta que se mezcle bien. Cuando empiece a hervir añadimos la nata y seguimos
removiendo. Lo dejamos hirviendo unos minutos y apagamos el fuego dejándolo
reposar. Antes de que enfrié la mezcla, le echamos la gelatina previamente
disuelta en agua.
Mientras lo dejamos enfriar caramelizamos el fondo del
recipiente donde vamos a verterlo. Este paso es opcional. Hay que tener en
cuenta la forma que tiene este puesto que será la que luego tome nuestro
postre. Cuando lo tengamos ponemos la mezcla que preparamos en él y lo dejamos
reposar. Cuando esté completamente frio lo metemos en la nevera y deberá
permanecer en ella un par de horas. Al sacarlo le damos la vuelta sobre el
plato en el que lo vamos a servir y ya estará listo para tomar.
¡Qué aproveche!
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